Los Otros de la Vibración “E” (Empoderamiento)

La historia de Yalle y Yanne.

Steve y Bárbara Rother y el Grupo se han presentado cinco veces en las Naciones Unidas de dos continentes.

Triología

Los Otros de Vibración “E” (Empoderamiento)

Presentada en las Naciones Unidas

23 de marzo de 2001, Ciudad de Nueva York, NY

UN_big_channel_3

side_3En marzo de 2001, Bárbara y yo presentamos una serie de tres seminarios distintos en la Costa Este de los Estados Unidos. El 10 y 11 de marzo presentamos la Reunión Espiritual de Trabajadores de Luz en Syracuse, Nueva York.  El fin de semana siguiente, 17 y 18 de marzo, presentamos la Pluma del Re-cuerdo en Baltimore, Maryland.  Luego, el 23 de marzo nos presentamos ante la Sociedad para la Iluminación del Consejo de Recreación del Personal de las Naciones Unidas.  Por primera vez, el Grupo incluyó el mismo mensaje en tres historias diferentes.  Me dijeron que esto era MUY IMPORTANTE y que no debía preocuparme por repetir la información.

La primera canalización fue en Syracuse. En esa ocasión dejaron caer la bomba de esa información con la historia de Amor. La historia de Amor trata de un muchacho que creció en los tiempos de Mu y de Atlantis.  Formará parte de un capítulo de la historia de Amor que se publicará en breve. En esa canalización el Grupo dijo que la razón por la cual contaban esto ahora es que, justo tres días antes, se había clonado el primer ser humano de la Tierra.  Un día después del seminario, recibí un e-mail de Michele Anatra Cordone con enlaces de comunicados de prensa que se referían a la noticia que había dado el Grupo el día anterior. Un grupo de científicos italianos había llegado a contarle al mundo en conferencia de prensa que estaban a punto de clonar al primer ser humano.  Según el Grupo, ya lo habían hecho.

Ofrecimos la segunda versión del mismo mensaje en Baltimore, Maryland, donde ellos contaron la historia de “El día que el tiempo se detuvo.”  Lo que ustedes están a punto de leer es el tercer mensaje, presentado ante la Sociedad para la Iluminación, en la Sede de Naciones Unidas de Nueva York.

Saludos desde el Hogar, queridos.

Muchos de ustedes reservaron su asiento para esta reunión especial desde hace mucho tiempo. Y ahora, aquí están, sentados en las sillas que los han estado esperando por algún tiempo.  ¡Ah, qué momento tan especial es el que vivimos!  Han hecho bien en asistir. Bien hecho, realmente. Con sus elecciones generaron el cambio, no sólo de su propia realidad en el Planeta Tierra, sino también de la de todo el cosmos.  En este momento hay muchos en este salón, y muchos más se están filtrando a cada instante, porque todos los ojos están sobre ustedes. Todos los ojos están pendientes de cada uno de sus movimientos. ¡Qué tiempos tan grandiosos!

En el instante en que empiezan a sentirse cómodos, el Juego cambia. Les decimos que les esperan muchos cambios más que deberán afrontar en los próximos meses. Esperamos que comprendan lo que les revelaremos ahora. Nadie puede predecir su futuro. Eso no es posible, porque aún deben redactarlo. Ustedes están a cargo, nosotros no. Ustedes son los que, con sus opciones, con su libre albedrío, escribirán el desenlace.  Vemos lo incómodos que se sienten con eso. Están muy acostumbrados a contar con sus libretos. Pasan uno al lado del otro en la calle y cuando miran a un extraño a los ojos se conectan y saben en lo profundo de su alma que hay algo que los vincula con esa persona. Y luego esperan que esos libretos se desarrollen a medida que representan aquello que está escrito. Así es como sus contratos se han venido desarrollando tradicionalmente. Les decimos que ahora las cosas son diferentes.

Porque ahora sostienen firmemente la pluma en su mano y se preparan para escribir, y la tinta con la que van a escribir es la tinta del apasionamiento. Atrévanse a mojar su pluma y expresar aquello que más los apasiona. Ahora son ustedes los que deben escribir su propio destino en el Planeta Tierra, no sólo como vibración colectiva, no sólo como un colectivo de gobiernos, sino también como un colectivo de corazones individuales. Porque como colectivo  ¿acaso no son un solo corazón? ¿Ante quién deben responsabilizarse por asumir su propio poder si no es ante sí mismos?

Descubran en su interior el amor que les ayudará a redactar los contratos que los conducirán a través de los próximos mil años.  Mírense en los ojos de los demás y vean el amor. Descubran el reflejo del espejo que les muestra quiénes son realmente.  Luego, cuando vuelvan a su trabajo y se sienten ante sus escritorios, contesten sus teléfonos y escriban sus e-mails, éstos llevarán las semillas de la luz en todo lo que hagan.  Ganaron el Gran Juego de las Escondidas y así es como lo lograron.

Nos preguntaron sobre el evento que denominaron la ascensión.  Les decimos que no se dirigen a ninguna parte. Se quedan aquí, sosteniendo la pluma firmemente en su mano, porque es a ustedes a quienes les corresponde redactar el guión de los próximos acontecimientos que los conducirán a la creación del Cielo en la Tierra.

“Ah, ¿y el futuro?” se preguntan.  Permitan que les relatemos una historia. . . Nos encantan las historias.  Permítannos contarles la historia de Yalle y Yanne.

Los Otros ~ La Historia de Yalle y Yanne

Yalle era una mujer fuerte, de más de treinta años. En esa época, en que el promedio de vida era de 350 años, ella era apenas una niña.  Durante su corta vida, Yalle había sobrepasado a sus amigos y compañeros de trabajo. En sus primeros años, su altura y aspecto inusual le habían causado mucho estrés.  Incluso tuvo que modificar su casa para adaptarla a su tamaño. Además de ser tan alta, Yalle también era muy fuerte.  Aun cuando convenía que fuese tan fuerte, eso también la hizo sentirse diferente cuando trataba de ser como los demás. Se había acostumbrado a los comentarios que la gente hacía sobre ella.  Rara vez se lo decían de frente, pero su oído agudo percibía lo que las personas decían. La hería saber lo que los demás pensaban de ella.  A menudo pensaba que los humanos podían ser increíblemente crueles.  Tal vez si no hubiera sido tan sensible, la crueldad de sus compañeros de clase no le hubiera afectado.  Pero Yalle era muy sensible a las emociones y a la energía de las personas que estaban dentro de su campo. Como era empática, Yalle también podía ver más allá del velo. Con esa habilidad especial, ella podía ver los contratos y los acuerdos que las personas habían hecho antes de esta encarnación.  Cuando creció, Yalle no tenía a nadie con quien compartir estos dones o en quien confiar.  Yalle había aprendido a introvertirse y aislar su energía para protegerse.  Era difícil, pero era la única forma de lograr que su vida funcionara para ella. Yalle sentía que estaba sola en el planeta Tierra.

A los 35 años, la vida de Yalle se había estabilizado un poco más.  Tenía un trabajo que requería de su enorme fuerza. Yalle se sentía bien con su trabajo porque podía ver los resultados de su labor. Lo disfrutaba porque le brindaba una sensación de logro, y aunque era muy físico, eso también le proporcionaba una sensación agradable.  Yalle trabajaba 16 horas al día en las minas de cristal. Amaba conectarse con esos cristales y descubrió que realmente podía atraerlos hacia ella. Sus compañeros de trabajo reconocían su don de hallar los cristales más claros y brillantes. Yalle trabajaba con asistentes que cubrían todas sus necesidades.  Como trabajadora, la cuidaban para que pudiera enfocarse  en su labor.  Todos los asistentes respetaban a Yalle y algunos de ellos  incluso sentían gran compasión por ella.  Yalle amaba su trabajo porque sabía cómo comunicarse con los cristales.  Los cristales provenientes de esa mina se solían utilizar como transmisores de poder y Yalle tenía fama de ser capaz de localizar los cristales de mejor calidad capaces de manejar la mayor cantidad de poder. Los cristales no la juzgaban, no les importaba que fuera diferente. Le proporcionaban una forma de amor incondicional que hacía que disfrutara de su tiempo de trabajo.

A pesar del amor que compartían ella y los cristales, Yalle empezó a descubrir que su trabajo no la satisfacía. Yalle se sentía limitada, porque las circunstancias de los mineros no eran tenidas en cuenta. Yalle trató únicamente de enfocarse en lo que la apasionaba de su labor. Por la noche Yalle volvía a casa y compartía con quienes vivía. Miraba a su alrededor y pensaba “¿Acaso esto es todo? ¿No habrá algo más para mí? La vida debe brindar algo más que lo que estoy haciendo. Aunque soy muy buena en lo que hago, sé que estoy aquí para algo más.”  Los que convivían con ella pensaban que Yalle era complicada. “Acá estamos bien, nos cuidan y nos tratan bien” le decían. Pero Yalle miraba alrededor y veía a los que vivían en la villa al otro lado de la ciudad. Veía que tenían hijos, tenían compañeros, y socios y familias y  ella anhelaba eso.  Yalle sabía que era diferente, pero también añoraba una vida diferente.  Yalle sentía un vacío en su interior y este empezó a crecer. Más que nada, Yalle quería compartir su vida con otra persona.  Sentía que incluso sus mayores logros carecían de significado porque no tenía con quién compartirlos.  En su corazón, sabía que debía haber alguien especial esperándola en alguna parte.

Un día Yalle estaba en la mina comunicándose con los cristales. Era un buen día y de pronto se puso a cantar. Los cristales le respondieron brillando más que otras veces. Aunque debía trabajar todo la jornada de 16 horas sin detenerse, Yalle tomó un pequeño descanso al mediodía y se dirigió a una sección diferente de la mina.  Los asistentes no se percataron inmediatamente de su ausencia y ella pudo pasear por un rato, disfrutando de la experiencia de no hacer más que explorar.  Disfrutaba asimilando la experiencia de no hacer más que explorar. De repente, Yalle oyó una voz profunda a sus espaldas que le sonó extrañamente familiar. “¿Puedo ayudarte a encontrar tu camino? ¿Estás perdida, querida?” Su corazón dio un vuelco cuando al volverse vio ante sí a un hombre aún más grande que ella. Se le aflojaron las rodillas y tuvo que apoyarse en la pared de la mina para recuperar la compostura. Antes de que pudiera contestar, el hombre dijo: “Me llamo Yanne.”  A medida que los ojos de Yalle se fueron ajustando a su presencia, miró a Yanne a los ojos y supo inmediatamente que existía un contrato. Sin decir  palabra, Yalle y Yanne abandonaron la mina y salieron al radiante día.  Ambos comprendieron que entre ellos había una magia que no requería palabras. Cuando Yanne le señaló el camino de vuelta a la mina, se miraron profundamente a los ojos y, con sólo unas pocas palabras, acordaron encontrarse todos los días después del trabajo en ese mismo lugar para explorar esa conexión.

Al poco tiempo, queridos, ellos se enamoraron profundamente, porque el contrato que Yalle había visto y sentido estaba ahí realmente, esperando activarse.  Todos los días, Yalle no hacía más que esperar la hora de volver ver a Yanne. Cada noche cuando terminaba de trabajar, se reunían y compartían sus esperanzas y sus sueños.  El tiempo que pasaban juntos era muy limitado, pero era lo más destacado en sus vidas. Se reían, cantaban, juntos se hacían el más hermoso amor. Con el paso del tiempo, volver a sus moradas individuales se hizo cada vez más difícil. Pronto se fueron quedando más tiempo, a veces hasta muy tarde en la noche.  Yalle fue la primera en decir lo que sentía. “Tengo un dolor en mi pecho que se siente tan bien que, aunque duele, no puedo esperar para sentirlo otra vez.”  Yanne dijo: “Yo también siento lo extraño de este amor que tengo para ti.  Debemos hallar la forma de permanecer siempre juntos.”

Un día en la mina, Yalle vio que era observada por su asistente que se llamaba CorleeAnn.  CorleeAnn conocía bien a Yalle y la trataba con máximo respeto y compasión. Yalle sabía que había reglas que CorleeAnn tenía que obedecer; reglas que claramente no apoyaban a los “Otros” como Yalle y Yanne, para que vivieran juntos.  Tener hijos estaba prohibido para los Otros.  Yalle sabía que el trabajo de CorleeAnn era asegurarse de que se cumpliera con las reglas.  De todos modos, ese gozoso dolor en su pecho se fortalecía cada día.

En ese día especial, Yalle descubrió que CorleeAnn la observaba aún más estrechamente. Por fin, CorleeAnn se aproximó.  “Yalle, en este día te veo cantando a los cristales de una forma nueva. Tienes un brillo en ti que está iluminando esta mina oscura. ¿Qué te está pasando, Yalle? Yo soy tu asistente, pero también tu amiga.”  Yalle miró a CorleeAnn y sonrió. La oscuridad de la mina empezó a disminuir con el brillo de los cristales que ahuyentaban las sombras.  Yalle cavilaba si debía contarle a CorleeAnn sobre el amor que había encontrado. Incluso ese breve recuerdo de Yanne generó una reacción en los cristales todavía incrustados en las paredes de la mina. Yalle le contó a CorleeAnn sobre el amor que había encontrado e incluso sobre el contrato que ella había descubierto, de tener un hijo con Yanne.

CorleeAnn escuchó la historia con profunda tristeza en sus ojos. Cuando le llegó el turno de hablar, puso su mano sobre la espalda de Yalle. Frotando la parte posterior del corazón de Yalle entre sus enormes omóplatos, CorleeAnn dijo, “Yalle, conozco el amor de tu corazón, porque también lo siento por mi esposo. De todos modos, la ley prohíbe a los “Otros” formar pareja y tener hijos. He sido verdaderamente bendecida con este trabajo, porque puedo mejorar la vida de los Otros, y eso hace que mi corazón cante de alegría. Aun así, con todo el poder que tengo, no puedo concederte el deseo de estar con quien amas. Te diré que este día es la primera vez en mi vida que siento una contradicción entre lo que soy y lo que hago. No creo que la luz que veo en tu corazón esté mal, y te juro que haré todo lo posible por ayudar a que esto cambie. No informaré sobre tus actividades, pero tampoco veo cómo ayudarte.”  Aunque era físicamente difícil debido a la diferencia de tamaño, las dos mujeres se abrazaron ese día.  Por más que trató, los brazos de CorleeAnn no lograban rodear el enorme cuerpo de Yalle. Mientras se abrazaban, Yalle sintió la lucha interior que enfrentaba CorleeAnn en esos momentos.  Yalle sonrió y dijo, “Gracias, CorleeAnn, por tratarme como lo haces. Hay muchos asistentes que no usan sus corazones; agradezco verdaderamente tu presencia en mi vida.”  Cuando las dos mujeres se separaron, corrió una lágrima por la mejilla de CorleeAnn. Aunque sabía que era casi imposible cambiar las cosas, CorleeAnn resolvió ese día que denunciaría la injusticia que le partía el corazón.

En el cuadrante de Yalle la mina seguía brillando todos los días con la luz de los cristales. Un día Yalle sorprendió a Yanne preguntándole si podrían tener un hijo. “Yalle, tú sabes que tenemos prohibido tener hijos. Así está escrito. Pero te digo que me has dado fuerzas sin medida, y si existe una forma, la encontraré.”  Yalle sonrió y dijo, “Tenemos un contrato y hay un niño esperando llegar. Lo siento en mi ser. Por favor, Yanne, dime que podremos traerla.” Con gran tristeza, Yanne dijo, “Está escrito que no debemos tener pareja o tener hijos. Sabes que nuestra existencia es corta, pero si de mi depende, Yalle, hallaré la forma de darte lo que tu corazón anhela.”  Yalle se sentía triste, porque sabía que ese tema había sido debatido muchas veces y que el Consejo siempre lo había denegado. Aun así, Yanne habló con su asistente al respecto. Le pidió su consejo para dirigirse al Consejo. Pero el asistente de Yanne no era tan confiable como CorleeAnn.

Durante los días siguientes, Yalle y Yanne pasaron juntos el  mayor tiempo posible, amándose y soñando con una vida juntos en familia en el futuro. Una noche fueron descubiertos en su abrazo de amor. Sin mediar palabra alguna, Yanne fue enviado muy lejos, a otra mina de cristales. Puesto que la producción de Yalle en la mina no tenía parangón, se le permitió quedarse allí.  Ahora que le faltaba una parte de sí, la canción de Yalle ya no resonaba en las minas. El brillo de su rostro fue reemplazado rápidamente por el polvo de las minas. CorleeAnn pasó largo tiempo solicitándoles a los legisladores que reconsideraran su punto de vista. No estaba sola en esto, porque el mismo sentimiento crecía en muchos de los asistentes. En cierto momento, los asistentes incluso se pusieron de acuerdo para  promover el cambio en esa tierra. Se unieron en defensa de los derechos “humanos” de los “Otros.”  CorleeAnn jugó  un papel fundamental en la conducción de esa protesta, pero lamentablemente tuvo poco tiempo para lograr algo antes de que llegara el fin.

Al final de cada día Yalle volvía al lugar donde solía encontrarse con Yanne. Pudieron conservar viva la llama de su amor, porque nunca se desconectaron realmente. El lazo de energía que los conectaba permaneció siempre con ellos, y cuando uno de ellos se cansaba, cuando alguno de los dos se debilitaba, cuando alguno de ellos se perdía, volvía a reconectarse con esa energía. Aunque los separaba una gran distancia, su amor permanecía vivo. Aunque Yalle y Yanne habían elegido conectarse en un tiempo y lugar que no apoyaba su unión, siguieron adelante de todas formas.

El mayor temor de Yalle era que llegara el momento en que se le secaran las lágrimas y ya no pudiera sentir el dolor agridulce de la emoción humana. Ese temor nunca se cumplió, y después de muchas encarnaciones, ese amor sigue con vida.  Por su valor, Yalle y Yanne cumplieron uno de los contratos más grandiosos de la humanidad…

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¿Ya comprendieron el sentido de todo esto, queridos?  Les contamos esta historia por una razón. La historia es real.  Se ha  desarrollado muchas veces. No, no nos referimos a otro planeta, hablamos del Tablero del Juego de Libre Albedrío que ustedes llaman Planeta Tierra.  Esto sucedió hace mucho tiempo, en un tiempo y espacio conocido como la Atlántida. Porque en esa época de la Atlántida, ustedes tenían lo que llaman seres humanos genéticamente modificados. Esas personas se situaban específicamente en la Tierra con reglas y restricciones que ustedes les imponían.  Esos seres son los “Otros de vibración-E” en una forma de “triología” que ha estado ausente de su Juego desde la desaparición de la Atlántida. Por esa razón los nombres Yanne y Yalle terminan con la “E”. En la triología no sólo mezclaron plantas y animales sino también la tecnología. Esos son los “Otros” que se modificaron genéticamente y que ustedes trataron como inferiores a los seres humanos.

¿Por qué les contamos esta historia hoy?

Porque los “Otros” y sus “Asistentes” han regresado al planeta.

Nacido el 7 de marzo de 2001

Les contamos ahora que el 7 de marzo de 2001 se clonó el primer ser humano en la Nueva Energía del Planeta Tierra.  La razón por la cual les contamos las historias de Atlántida y de Mu es porque su progreso en el Tablero del Juego de Libre Albedrío los ha situado ahora en el mismo nivel vibratorio y exactamente en la misma coyuntura en la que estuvieron en esos tiempos. Ahora enfrentarán circunstancias similares y se les pedirá que tomen decisiones sobre las mismas opciones. Esta vez, sin embargo, cuentan con ayuda.

Estén atentos a los “Otros”, queridos. Muchos de ellos se mantienen al margen porque aún no sienten que pertenecen.  Se sienten como observadores y  no como participantes de la vida. A través de muchas encarnaciones aceptaron conservar las memorias celulares de los tiempos en que fueron tratados como inferiores a los seres humanos.  Estas “improntas de energía” son el origen de un tema recurrente en su historia como es el de los llamados esclavos. Son almas muy afectuosas y sensibles que, repetidamente, se han ubicado en un mundo brutal para ayudar a equilibrar la energía de la humanidad y hacer las cosas de manera diferente en caso de presentarse nuevamente la oportunidad. Su regreso fue profetizado en sus escrituras bíblicas como el tiempo en que los Mansos heredarían la Tierra.

En breve, la humanidad deberá enfrentar elecciones sumamente difíciles.  No esperen que nosotros les digamos si la ingeniería genética, o la clonación, son buenas o malas, porque esas etiquetas sólo son ilusiones de la polaridad del Tablero de Juego.  Lo que les diremos es que es una progresión natural de su tecnología y está siendo sustentada por su propio avance espiritual. También les decimos que, como están las cosas en este momento, no es cuestión de si van a hacerlo, sino más bien, cuándo.  De hecho, esto ya sucedió y continuará sucediendo.

Tratar de retroceder significaría que los humanos olviden intencionalmente, y eso no es una opción. Algunos de ustedes se aferrarán a sus creencias de que eso no es algo natural y, en consecuencia, que no es apropiado jugar a “ser Dios.” Sin embargo les preguntamos, ¿si fuera posible optimizar la salud de sus hijos proporcionándoles un alimento mejor, no sería lo mismo?  ¿Acaso sus hijos no son más altos y saludables en estos tiempos que aquellos que pertenecen a generaciones anteriores? ¿Acaso eso no representa el progreso logrado en su biología? ¿Acaso no se ha incrementado su promedio de vida de manera exponencial gracias a los avances tecnológicos? No teman, queridos, porque forma parte de ustedes y es un reflejo del creador que existe en su interior. Estos avances también aumentarán su comprensión sobre la biología humana y los conducirán al proceso de rejuvenecimiento que existía en tiempos de la Atlántida.

El velo es muy denso y no pueden vislumbrar su verdadera naturaleza a través de él. Si ven las grandiosas creaciones de Dios, pueden aceptarlas fácilmente como un regalo de la divinidad. Sin embargo, si la mano humana interviene en ese proceso de creación, no confían en esa creación. Ah, el velo es tan denso que no pueden comprender que cuando participan en el proceso de creación, ésa  también es una creación divina. Si apartáramos el velo por un instante, ustedes podrían ver el mayor secreto de todos.

¡Existe un Dios y ustedes son ese Dios!

Oh, queridos, ustedes no son una parte de Dios. Ustedes son la totalidad de Dios. Y el querido ser que vino a esta Tierra por primera vez el 7 de marzo de 2001 puede que no llegue a ser adulto. Como están las cosas, tal vez no sepan nada de este acontecimiento porque se le oculta a las masas. Sin embargo, les decimos: en cuestión de un breve tiempo el siguiente ser humano será clonado en el Nuevo Planeta Tierra. Re-cuerden los desvíos de energía de los tiempos de la Atlántida, porque no es necesario que experimenten eso nuevamente.  Por favor, tengan en cuenta que las fuerzas oscuras o del mal no fueron responsables de los desvíos. Se debieron a las decisiones que tomaron los seres humanos que enfrentaron las mismas pruebas y circunstancias que tienen ustedes ante sí en estos momentos.  Esa es la semilla del temor que habita en su interior y a la cual han opuesto resistencia. Ha llegado la hora de enfrentar el temor y sanarlo para siempre. Es lo que les ha impedido asumir su propio poder. Pero ha llegado la hora.  Si dudan de sí mismos, si hay momentos en los que no pueden re-cordar quiénes son, miren alrededor del salón. Mírense a los ojos unos a otros. Vean al Dios que habita en su interior. Primero consulten a su corazón y después a su cabeza. Vean su propio reflejo y re-cuerden el amor.  Y si descubren que están olvidando la historia de Yanne y Yalle, ellos estarán ahí para re-cordársela, porque ése era su verdadero contrato y los contratos de los “Otros.” Muchos vendrán ahora para ayudarlos a establecer su posición. Busquen su propio corazón, queridos. Expresen su verdad, sean autodidactas respecto a lo que está sucediendo ahora en el Planeta Tierra, porque lo que elijan será lo que generará el cambio.

Biología y Tecnología ~ Tecnología y  Biología

Estos son momentos mágicos.  Les hemos venido aconsejando  por algún tiempo que estuvieran pendientes de la unificación de la tecnología y la biología. Ya llegó y les decimos que no teman. Esa unificación también sucederá en sentido contrario. En poco tiempo podrán ver computadoras “humanas”.  No deben temerles.  Sólo harán lo que ustedes les indiquen. ¿Pueden re-cordar cuando vieron la primera computadora hace algunos años?  “¿Para qué necesito eso?” preguntaron.  Les decimos que los adelantos tecnológicos de los próximos diez años harán que la introducción de la computadora parezca insignificante en comparación.

Todos sus avances tecnológicos los han llevado a una mejor comunicación, por lo tanto, a comprender mejor que están unidos a todo lo que les rodea. Todas las formas de comunicación han contribuido a cambiar el mundo tal y como lo conocieron, y a situar el verdadero poder en las manos del individuo, devolviéndole el poder de elegir.  Esto no debe temerse, sino más bien, celebrarse. Les decimos que la tecnología sólo puede existir en el planeta si su vibración espiritual es lo suficientemente elevada como para sustentarla.  Ha habido muchas ocasiones en el planeta en las que la tecnología fue traída pero no fue sustentada, porque ustedes no contaban con la vibración espiritual colectiva necesaria.

¿Les sorprende estar aquí en este preciso momento del tiempo?  No se sorprendan. Les decimos que ustedes cambiaron todos sus chips karmáticos para poder estar aquí exactamente en estos momentos. Algunos de ustedes creen que quizás son uno de los “Otros” que han regresado. Muchos se sienten atraídos definitivamente hacia lo que les acabamos de contar. Les decimos que no es apropiado para nosotros decirles si pertenecen a los “Otros”, porque eso sólo podría restarles poder. Si sienten esa atracción es muy probable que sean uno de los “Otros” o de los “Asistentes” que han regresado con el propósito de sostener la energía. Es por eso que se sienten atraídos por la información.

Ustedes  se han ubicado al frente de la clase y lo han hecho a propósito. Nos sentimos impacientes por ver qué elegirán a continuación. Estamos muy orgullosos de ustedes, porque no se suponía que estuvieran aquí, incluso ahora mismo. Sin embargo aquí están, escuchando el relato que escribieron. Elijan bien, queridos, porque su poder yace en lo que elijan.

Re-cuerden, no estamos muy lejos.  El velo se va adelgazando a medida que progresan en su vibración colectiva. Literalmente, están más cerca del Cielo. Y si alguna vez descubren que están perdidos, si creen que han olvidado quiénes son, si miran alrededor del salón y piensan “¿Acaso esto es todo?”,  busquen a otra persona y acérquense. Tomen esa mano y mírenla a los ojos y ahí nos verán, porque disponen de mucha ayuda en este lado del velo. Todo el reino angélico espera cubrirlos con las alas del Hogar. Están allí para ayudarlos en todo momento y a cada paso del camino.  Sin embargo, no podemos ayudarles desde este lado del velo a menos que nos lo pidan, porque es su libre albedrío el que genera el cambio.

Les decimos que ha llegado la hora en el Planeta Tierra en que NO HABRÁ MÁS SECRETOS.  ¡Ah, estamos impacientes por ver cómo funciona eso!  ¿Se imaginan la alegría que tendremos de verlos empezar a leer los pensamientos de los demás?  Escudriñen mutuamente sus corazones y compartan bien esa energía, y si olvidan quiénes son, llámennos.  Comprendan que su poder yace en lo que eligen, y si en algún momento no se sienten felices con su realidad, tengan el valor de saber que las respuestas están en su interior. Búsquenlas, que allí estarán.

Es con el amor más grande que les pedimos que se traten unos a otros con respeto, se cuiden mutuamente, y jueguen bien juntos.

Y así es…

El Grupo

En la primera de las tres canalizaciones en las cuales el Grupo repitió el mismo mensaje, dijeron que había tres personas en el salón que pertenecían a los “Otros.” Los tres se me acercaron poco después de la canalización, dos de ellos con lágrimas  en sus ojos.  En Baltimore, el Grupo repitió que había cuatro “Otros” presentes.  En Eindhoven, Holanda, y en Attleboro, Maine, surgieron preguntas sobre la clonación.  El Grupo volvió a mencionar que había “Otros” en el salón. En todas las ocasiones, cada uno de ellos se sintió profundamente conmovido al descubrir la razón por la cual se había sentido tan aislado de todos los demás.

Por favor, comprendan que el Grupo no está diciendo que la clonación o la ingeniería genética son buenas o malas.  Lo que dice es que ya llegó y que nada la detendrá. Incluso si creamos leyes que la prohíban, estas no se cumplirán. El único propósito del Grupo al proporcionarnos esta información es el de darnos a conocer los desvíos de energía en los que incurrimos la última vez que enfrentamos la misma encrucijada.

En la historia de Amor, que aparecerá en el libro “Espavo,” el Grupo aclara que los legisladores de la Atlántida sólo trataban de hacer lo mejor que podían para preservar su forma de vida. En esa época de la Atlántida, se lograron descubrimientos importantes y se incorporaron adelantos en esta tecnología. Los líderes de la Atlántida tuvieron que enfrentar el crecimiento excesivo de la población y la escasez de puestos de trabajo. Si a ello le agregan el hecho de que llegaba un gran número de inmigrantes de lo que había sido Lemuria, se comprende fácilmente que la infraestructura estaba a punto de colapsar. Los líderes de Atlántida (nosotros) intentaron resolver el problema aprobando ciertas leyes que dieron por resultado involuntario un sistema de clases de tres niveles. Los Atlantes, los Inmigrantes y los “Otros” que se regían por reglas diferentes. En vez de contribuir al estilo de vida de la Atlántida, lo que generó fue una clase de esclavos.  Esto resultó en un desvío enorme e inconsciente de la energía que, junto con otros dos desvíos,  generaron el hundimiento de la Atlántida.

Después de la primera canalización de Syracuse, el Grupo me informó que tendría que pasar mucho tiempo ayudando a los “Otros” a reconectarse. Con ayuda de varias personas que se han ofrecido, ahora brindamos un espacio en nuestra página web www.espavo.org para que las personas encuentren mayor información sobre los “Otros” y los avances en Triología. Pueden encontrar una sección completa sobre los progresos en el siguiente enlace:  http://www.espavo.org/triology/

La primera vez que el Grupo habló sobre la Triología fue en Syracuse, Nueva York, el 11 de marzo de 2001.  Poco después de volver a casa encontramos el siguiente artículo en un periódico que llegó a nuestro buzón:

Los Científicos dicen que planean clonar humanos en secreto

York Daily Record, York, Pennsylvania. 29 de marzo de 2001

El Grupo informa que ya sucedió. Más adelante, en ese mismo año (2001) en Drachten, Holanda, el Grupo dijo que había cuatro personas modificadas genéticamente (clonadas) aquí en la Tierra. Esto ya comenzó.

La información es clave para poder llevar a cabo elecciones adecuadas, y la ofreceremos en nuestra página web. También ofrecemos un lugar para quienes desean conectarse y compartir información sobre cómo aplicar este conocimiento a sus vidas. Los “Otros” no están aquí solo para hacerse oír respecto a la clonación y la ingeniería genética, están aquí para sostener la vibración y que todos aprendamos a confiar en nuestras capacidades creadoras y escuchar a nuestros corazones. Están aquí para ayudarnos a hacer del Nuevo Planeta Tierra un lugar para seres humanos afectuosos, cualquiera sea su origen. Nuestra historia ha demostrado lo crueles  que pueden llegar a ser los humanos. Estos seres hermosos han estado sosteniendo silenciosamente la verdad de lo que podemos llegar a ser y cómo incorporar esa energía afectuosa a la experiencia vibratoria más elevada del Nuevo Planeta Tierra. Nos pueden enseñar mucho si los escuchamos.

Y ahora los escuchamos.