En 1995 me encontraba en la playa a la salida del sol en la mañana de Año Nuevo. Mi esposa, Bárbara, y yo habíamos ido allí a declararle al universo, y a nosotros mismos, nuestra intención para el nuevo año. Yo no tenía idea de lo que estaba a punto de suceder. Había descubierto el material de Kryon tan sólo unos meses antes. Fue como si Kryon me tomara por la nuca y me sacudiera suavemente diciendo “Steve… es hora de despertar… tenemos trabajo que hacer”. Esa mañana en la playa me encontré declarando ser un Trabajador de la Luz (Lightworker). En esos momentos, ni siquiera estaba seguro de lo que era eso. Sin embargo tenía la corazonada de que mi entrenamiento como contratista de construcción no me llevaría muy lejos en este aspecto.

En la secundaria hubo una temporada en la que traté de dilucidar que camino seguiría en la universidad. Estaba decidiendo lo que quería ser cuando fuera grande. Un querido amigo de mis padres vino de visita un fin de semana y los dos nos quedamos solos hablando en la cocina. El compartió conmigo lo que era su vida desde su perspectiva. Era una persona que amaba mucho su trabajo. Había conseguido viajar y tratar con las personas más maravillosas y hacía cosas que realmente le gustaban. Después de pasarse el fin de semana con nosotros salió muy temprano el lunes por la mañana. Medio despierto, estando de pie en esa misma cocina, tuvimos otro momento a solas y él compartió conmigo lo que para él significaba el éxito. Dijo: “¿Sabes Steve? yo amo tanto lo que hago que espero ansiosamente la hora de levantarme por la mañana”. Desde ese día busqué ese trabajo. Ahora puedo decir orgullosamente que lo he encontrado.

Y entonces empecé mi salto de contratista de construcción a Trabajador de la Luz. Tuve mucha ayuda. Encontré una familia en el Internet y para mi sorpresa, descubrí que podría escribir. En una oportunidad le mencioné a mis amigos en la Red que debíamos hacer una meditación en la Red para ayudar a la Madre Tierra. Alguien me respondió: “Gran idea… avísanos cuando tengas todo listo”. Ese fue el principio de lo que ahora se llama Meditaciones de los Faros de Luz. Conforme pasó el tiempo noté que la información que llegaba cuando me sentaba a escribir las meditaciones no provenía de mí. Después de escribir miraba la pantalla y decía cosas como: “¿De dónde salió esto?” y “¿Quieren que yo diga eso?” Entonces me di cuenta de que el Grupo estaba detrás de mi hombro. Habían estado conmigo desde mi nacimiento, sin embargo, sólo cuando expresé mi intención ellos respondieron a mi llamada. Desde ese momento tuve la oportunidad de practicar el arte de escuchar, como ellos lo llaman.

El Grupo me llama “el Guardián”. Ellos dicen que soy el Guardián de la Espada. Esa era una posición altamente respetada en los tiempos del Rey Arturo y Camelot. Ellos dicen que detrás del mito existe mucho más. También dicen que durante ese tiempo maravilloso yo era una mezcla entre herrero y joyero. Forjaba lo que se conocía como espadas ceremoniales. Eran espadas muy especiales y otras herramientas que nunca se usaron en la batalla, únicamente en ceremonias que conducían a las personas hacia su siguiente nivel, como la ceremonia de Armar Caballero. A mí se me confiaron entonces estas herramientas especiales e instruí a muchos en el arte de empoderamiento. Hoy he conseguido hacerlo de nuevo. Las herramientas que se me han dado hasta ahora son la Espada de la Verdad y el Cetro de Amor hacia sí mismo. Existe una tercera herramienta que todavía no ha sido revelada, según el Grupo, ya que aún no es el tiempo adecuado para su uso en el planeta. (¡Yo la espero con ansia!)

Las meditaciones que empecé en la Red se conocen como Las Meditaciones de los Faros de Luz (Beacons of Light). Son ejercicios mensuales en los que enlazamos las manos manteniendo enfocada una intención. A la fecha están representadas en 146 países y la lista crece rápidamente. El mensaje de El Grupo es bien recibido y las comprobaciones de su veracidad son evidentes en todas las vidas que ha tocado hasta ahora. Pronto estarán disponibles en casetes de audio con el Mensaje en un lado y las Meditaciones en el otro. En estos momentos llevo a cabo sesiones privadas con el Grupo detrás de mi hombro. Juntos ayudamos a las personas a re-cordar lo que son.

Bárbara es mi compañera en el Amor y en el Trabajo de Luz. Nuestro matrimonio de 27 años nos ha llevado a muchos lugares emocionantes, sin embargo, esto es, sin duda alguna, el trabajo más emocionante que hayamos hecho alguna vez. Viajamos juntos presentando los Seminarios de La Senda hacia el Empoderamiento (Paths to Empowerment Seminars). Estos talleres para Trabajadores de Luz son eventos que cambian las vidas de aquellos que desean re-cordar lo que realmente son. Todos estos seminarios están basados en información del Grupo para vivir en las vibraciones más elevadas. El trabajo no consiste en aprender las enseñanzas del Grupo o las de nadie más… Se trata de encontrar tu propia verdad y caminar en esa dirección.

Verdaderamente este trabajo nos trae felicidad. Te agradecemos que nos permitas hacer lo que nos apasiona.

Steve & Bárbara Rother